El pensamiento del papa Francisco, la realidad argentina, la niñez, la familia y la trata de personas fueron algunas temas sobre los que trabajaron los encuentristas esta tarde. Las charlas se llevaron a cabo en el Hipódromo del Parque Independencia, sede principal del encuentro.
En la tarde del segundo día del II Encuentro Nacional de Juventud, los encuentristas participaron del "Espacio de Transformación de la Realidad". En dos carpas ubicadas en el corazón del Hipódromo de la ciudad de Rosario, se sucedieron seis talleres en torno a problemáticas y situaciones de la vida cotidiana. En cada uno de ellos, los cientos de asistentes pudieron intercambiar experiencias diversas en sintonía con la realidad de cada rincón del país.
Cuando habían pasado veinte minutos de las cuatro de la tarde, Néstor Borri, miembro del Centro Nueva Tierra, comenzó con la primera charla de este espacio titulada “El pensamiento de Francisco: clave para entender la realidad argentina y encender la solidaridad”. Afirmó que "la redención solo es tal cuando es colectiva y que el lío verdadero, como el que pide el papa, es el que incomoda y no el que se proclama de palabra”. Además dio cinco claves para entender el pensamiento de Francisco: volver al pueblo; vivir con gozo y abundancia las cosas trascendentes; que todas las verdades son importantes pero no en el mismo grado; que el Cristo de la Gloria es Jesús de Nazareth, el despreciado y humillado; y, por último, que la Iglesia es "en salida". Al finalizar y, hablando sobre el conflicto y las peleas, afirmó: “la unidad que se construye sin conflicto es la de los poderosos”.
A continuación, las palabras de Fernanda González, coordinadora del Área de Niñez del Secretariado Nacional para la Familia, dieron comienzo al momento llamado “Sueños para mi país. Forjadores del III Centenario”. Junto a la hermana María y a monseñor Ernesto Giobando, fueron los encargados de contar como comenzó el proyecto que lleva ese nombre: “El Congreso Eucarístico Nacional del 2016 tuvo un lugar exclusivo para los niños y por eso decidimos acercarnos a ellos para preguntarles que quieren para el país. La profundidad de las respuestas hizo que nos demos cuenta de que eso había que profundizarlo”, explicó. Esta propuesta consiste en llevar a los adultos lo que los chicos piensan para que se pueda actuar en consecuencia. “El primer corazón que late por el de cada niño es el de Dios” finalizó González.
“Basta a la Trata de Personas”, a cargo de la Comisión Nacional Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), fue la charla que cerró este espacio. Este momento fue el que más jóvenes sumó en la tarde y sirvió para recordar que a pesar de que la trata es un delito federal y los responsables de prevenir que no ocurra son el Estado y las fuerzas de seguridad, si el resto de la sociedad no hace nada también es cómplice.
Ecos de una peregrinación por la Patria
Mientras los jóvenes llegaban al hipódromo para compartir las charlas que iban a tener lugar a la tarde, los ecos de la Peregrinación por la Patria que se realizó ayer en el mismo horario todavía resonaban en el aire, y quienes participaron no dejaron de compartir sus testimonios.
Lucas Rodríguez, de la diócesis de Merlo-Moreno afirmó que “los jóvenes somos los protagonistas de todo esto. Si nosotros empezamos a hacer cosas para cambiar el mundo, aunque sea empezar a levantar los papeles del piso, vamos a cuidar la patria. Lo de anoche fue increíble, nunca había vivido algo así. Llegamos casi al final a la peregrinación, cuando ya casi todos estaban listos para salir desde el monumento a la bandera, y ver como el lugar estaba lleno me encantó. Esa imagen no me la voy a borrar más”.
Eliana Peralta, también de la diócesis de Merlo-Moreno, contó qué es la Patria para ella y su sensación acerca de lo que pasó: “Cuando escucho la palabra patria se me vienen a la cabeza tantas personas que dieron la vida por nuestro país y hoy somos afortunados de poder gozar este momento de la historia. Los jóvenes son la herramienta política transformadora que van a provocar un gran cambio en el mundo porque cuando se propone algo lo hace. Me sorprendió la cantidad de jóvenes que se sumaron a este encuentro y a la peregrinación. Es increíble la energía que tienen los jóvenes y me gustaría que esto se contagie para que se sepa que la iglesia es esto: un espacio de comunidad”.
Como ellos dos, miles de jóvenes recorrieron la ciudad con la convicción de querer construir una patria justa, solidaria y fraterna y la alegría de encontrarse para renovar la historia de cada uno y de nuestro país.
